Siempre se dice que la 1ª vez siempre es la peor, la que más daño hace. Eso pensaba yo cuando aún era un niño pero se atisbaba el hombre que soy hoy día, cuando en Cádiz cantaban unos señores llamados “los Titis de cai”, y tomaba consciencia del mundo en el que vivimos.
En épocas como hoy lo primero que debo hacer es agradecer a mis padres que me hayan dado la visión para poder juzgar el mundo con mis propios ojos y sobre todo a mi padre que aún recuerdo su época mas reivindicativa para que personas como yo tuviesen un futuro que a él le fue privado. Ese mismo hombre que está dispuesto a movilizarse pese a sus 55 años, porque cree que podemos vivir en un mundo mejor.
Pues bueno volviendo a lo que nos duele, podemos hablar de muchas cosas; pero primero hablemos de quien nos llevo a esto. El cejitas, que lo podremos recordar por ser el que nos hizo a todos sentirnos españoles de verdad por primera vez, todos y cada uno, no fue por cerrar cicatrices sino por abrir antiguas heridas que había que sanarlas de verdad, pero que personas como yo no hemos cerrado recordando a su abuela llorar cuando hablaba el día que perdió a su padre. Pues bien es de valientes y de sabios reconocer los errores que uno ha cometido, y su gran error fue no reconocer que vivíamos en un sistema económico que no se sostenía por sí mismo. Y de ahí a la hecatombe.
Hablemos de la primera vez que nos dolió, como una operación sin anestesia; un tal Felipe González, un tal porque no sabemos si recordarlo por lo que hizo u olvidarlo por lo que no hizo; nos dijo una expresión de fue mofa y una preocupación en su momento, la famosa frase: “hay que apretarse el cinturón”, ese cinturón que en su momento estranguló a familias enteras y que hoy vuelve a cerrar el cerco siempre sobre el mismo sector, el de los trabajadores que llevan a sus familias adelante en busca de un futuro para los suyos.
Tras nuestro “Isidoro”, llego el “bigotitos” personaje al que todos intentan recordar por meternos en una guerra y provocar la muerte de muchos inocentes; pero que los que lo vivimos ya como hombre lo recordaremos como el hombre que recorto más derechos sociales de nuestra democracia, el ultraconservador que si bien levanto el país económicamente, lo hizo en una falsa apariencia creando un sistema que explotaría, pero como a él le convino en su momento. Era la filosofía de los 90, explota el medio, hazte rico en poco tiempo y no pienses en el futuro vive el presente; presente que tenemos hipotecado dado a que en el pasado algunos se hicieron rico a costa de nuestro presente.
Conseguimos echar al mejor amigo de Bush, y entró el cejitas como le decíamos para mofarnos de él, pero un hombre que empezó muy fuerte retirándonos de guerras que no tenían que ver con nosotros o dando derechos por una mayor igualdad entre los españoles, este hombre como dije anteriormente intento cerrar una herida que nunca se ha cerrado en este país. Pero a pesar de estos algunos lo intentan recordar como el peor presidente de la democracia, algo en lo que discrepo absolutamente ya que es un hombre que heredo un sistema totalmente moribundo, que traía numerosas puñaladas que le había heredado del sistema anterior y del cual se aprovecho hasta que sufrió una infección externa que terminó de rematar a este enfermo llamado “sistema económico español”.
Ahora entra el renegado de los “derechitas” otro cobarde, un hombre que esta siendo incapaz de tomar decisión que no venga de la “COE”; o de una Europa mas preocupada en salvarse políticamente que en salvar a sus ciudadanos, que da mayor importancia a un sistema que no funciona que a los que dependen del sistema establecido.
Mientras tanto, ¿donde se ha quedado la izquierda? Como en un triste pasado la izquierda siempre se ha quedado a la sombra de los grandes partidos de centroizquierda como el que ha gobernado hasta ahora o de centro derecha que más bien es de derecha, aunque se empeñen en decir que no son de derechas. La izquierda fue la gran perjudicada de la democracia, la gran olvidada, pero también es verdad que fue la conformista no tenía nada y se conformo con que el estado de derecho fuese una realidad.
¿Ha quedado obsoleto el comunismo? ¿Era utópica? Pues no, hoy por hoy el comunismo ya está aportando soluciones ante la situación son los únicos que se atreven a apostar por las personas y por el conjunto de la sociedad antes que por un sistema financiero que trata de enriquecer a unos pocos. Pero aun así la izquierda creo que no es suficiente aunque puede ser la única que es capaz de luchar por los derechos de todos sin importar el nivel económico ni los raros abolengos que convierten nuestro país en un estado rancio y anacrónico.
Aquí creo que puede entrar en valor la base del sistema anárquico, la anarquía no consiste en una falta de control y que el sistema sea un desmadre, al contrario es un sistema de colaboración total en el cual no tenemos una cabeza visible, por ello podemos encontrar en este sistema un sistema más justo.
Por ello si queréis tacharme, podéis tacharme de una de esas personas de izquierdas con ideas muy comunistas, pero que comparte ideas del anarquismo. Desde la izquierda proponernos ideas, soluciones que refuerce el estado de derecho, que haga que el país se levante. Un trabajador que pueda hacer que un hijo tenga un futuro es un trabajador satisfecho con su vida. Todos tenemos personas las cuales son más importantes que nosotros y por las que sacrificamos todo, como es el caso de unos padres.
Se habla de recortes en la educación, ese ha sido el gran error de nuestra sociedad, no se da importancia a las ideas y si a lo material, estamos empeñados en exportar mucho a cambio de grandes sumas económicas que llenarán nuestras panzas hoy, peor a su vez estamos importando mentes que perdemos y que otros países aprovechan. Y no hablo de que perdamos personas y lo que hemos invertido en su educación. Lo que perdemos son esas ideas de las cuales nuestra sociedad se encuentra falta, para que se sigan beneficiando los que más dinero tienen. Ideas que usaran para hacerse más ricos y hacernos más pobres.
Sin más os dejo esta primera reflexión que no será la última, advertí que no sería políticamente correcto. Pero así soy. Espero que os haga pensar con eso me doy por satisfecho.
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